La empresa España dilapida su imagen. En los últimos días se han sucedido una serie de acciones y reacciones que no han hecho más que poner en entredicho la imagen de nuestro país: el puro de Rajoy, las fotos del New York Times, las declaraciones del candidato Romney en el debate con Obama… Algo no funciona.
Extrapolando a nuestras empresas, siempre que hablamos de comunicación, la palabra coherencia aparece como la piedra angular, la base a partir de la cual hay que construir la estrategia y la táctica. Mostrar una imagen al exterior que no manifieste contradicciones ni tenga fisuras será un buen aval para que nuestro público aprecie credibilidad en nuestra imagen.
¿Y qué pasa con la imagen de nuestro país? Como comentábamos, en los últimos días han aparecido una serie de imágenes, declaraciones, publicaciones… que ofrecen una imagen bastante dispar de España. Por supuesto que un estado del tamaño del nuestro suele ser heterogéneo, pero la idea de España que permanece en la mente es una, independientemente de esa heterogeneidad. Y ahí es donde nos la jugamos.
Empezamos por una foto de nuestro Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fumando un puro en la Sexta Avenida de la Gran Manzana. Y se monta el revuelo. La austeridad que reflejan los presupuestos y las medidas adoptadas por este ejecutivo, poco tiene que ver con la fotografía tomada. Un puro no convierte al país en más pobre, pero refleja cierta incoherencia entre la cabeza visible y las decisiones que toma.
Continuamos con un reportaje fotográfico del New York Times en el que se ponen de manifiesto algunas situaciones críticas que están viviendo los españoles en las últimas semanas. Un medio extranjero de referencia mundial mandando al mundo una señal de desesperación y miseria en España. En este caso, un medio de comunicación nacional, el diario Ideal de Granada, contesta a este reportaje con el envío de unas imágenes más optimistas tomadas por los propios ciudadanos, buscando que la otra cara también pueda tener difusión. www . alaatenciondelnewyorktimes . com
Para rematar la semana, el candidato republicano a la Casa Blanca, Willard Mitt Romney, declara en su primer debate con Barack Obama, que “no quiere ir por esa vía” (la de España). El deterioro de nuestra imagen ha llegado a tal punto que nos mencionan en uno de los eventos más importantes de la campaña electoral estadounidense. Romney nos menciona como un ejemplo negativo por destinar el 42% del PIB a gasto público, cuando países como Francia (55,9%) o Alemania (45,6%) tienen unas cifras superiores.
Si España fuera una empresa, tendríamos muy crudo el futuro. Nuestros clientes no confían en nosotros. Tampoco lo hacen los inversores. Ni siquiera nuestros propios trabajadores (los españoles) creen en la empresa. La imagen que lanzamos al exterior no es coherente y eso se percibe.
Para cualquier empresa es fundamental desarrollar una imagen compacta, con pocas fisuras o contradicciones. Sólo así se ganará la confianza de los consumidores.