El líder realmente bueno debe apartar sus miedos
Nuestro cerebro reptiliano nos produce miedo, nos atenaza, nos impide asumir riesgos, nos mantiene quietos, no vaya a ser que nos salgamos de la foto.
Hoy en día el consumidor cada vez tiene más poder y ese poder se lo debemos entregar nosotros, como líder, porque si no va a ser la competencia la que se lo entregue.
Tenemos, y no hay otra salida, que co-gestionar nuestras empresas junto al cliente, crear marca y comunicarla tanto interna como externamente, darle a esa marca una reputación, que el consumidor sea también creador de nuestros productos.
El líder debe conectar con las personas
Las organizaciones del futuro deben ser más abiertas, más humanas y eliminar las reglas, las definiciones de tareas, las normas, las bases, eliminar el miedo y arriesgar, arriesgar y arriesgar. Los límites sólo los ponemos nosotros, los límites no existen.
Las empresas tendrán que contar con trabajadores inteligentes, creativos e independientes y el líder debe saber intuir qué es aquello que esos trabajadores tienen que hacer. Los valores de las nuevas empresas serán el respeto, la creatividad, la confianza y el clima de trabajo, estableciendo un entorno mucho más humano.
Las organizaciones que no trabajen con dignidad, con humanidad y con generosidad serán prescindibles y acabarán desapareciendo, por lo que el líder, si lo quiere ser cada vez más, deberá tratar a la gente, interna y externamente, con más y más humanidad.
Valores como la honestidad y la autenticidad serán llaves maestras para que nuestra marca conecte con los clientes y para que todos los colaboradores sean artífices de una fructífera acción de marketing.
Ten compromiso, ten fe, ten pasión, sé auténtico y sé el dueño de tu destino.
“Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi Alma” W.E.Henly
En conclusión: No lo dejes para mañana, mata al lagarto hoy mismo.
¡Mátalo!