El estrés informático, provoca una gran perdida de productividad empresarial
Hace unos meses, os hablábamos del aumento de productividad que podría sufrir una empresa con un buen ajuste en su horario laboral, dando fruto al artículo titulado: Jornada continua, adaptémonos de una vez.
Observando la buena aceptación que sufrió dicho artículo por parte de nuestros lectores, hoy vamos a continuar tratando un tema que también está muy relacionado con la productividad empresarial.
A todos nos ha pasado alguna vez en nuestro puesto de trabajo, que nuestro ordenador y herramienta de trabajo diaria, no ha respondido a nuestras ordenes. El ratón desaparece de la pantalla, se genera un error al acceder al servidor, las páginas web a las que tengo que entrar por necesidad no se cargan, nuestro ordenador se queda bloqueado y necesitamos reiniciarlo, un mensaje que necesito enviar urgentemente se queda permanentemente cargando en la bandeja de salida sin llegar nunca a su destinatario etc.
Todas estas situaciones mencionadas anteriormente, no tienen mayor relevancia si son echos aislados, los cuales no se repiten más de una vez en semana o dos a lo sumo. El problema se masifica cuando estas situaciones tan incomodas, se repiten a diario, entorpeciendo cada día el desarrollo normal de nuestra actividad empresarial. No solo se llega a un nivel muy precario de productividad empresarial, si no que esto puede ir más allá y provocarnos lo que normalmente se conoce como estrés informático.
El estrés informático es esa sensación de angustia que percibe un usuario de software y equipos informáticos cuando no reacciona de manera adecuada a nuestras ordenes y esta situación se repite de manera continuada en el tiempo.
Este estrés informático, no solo se aísla en el trabajador que lo sufre, si no que su sensación de angustia e impotencia repetida día tras día, se transmite por norma general a su vez al resto de compañeros de trabajo, provocándose así un clima laboral negativo.
Ya sea por la lentitud de los equipos como por la falta de actualización de los mismos o por la mala implantación de nuestras redes de acceso a la web, estas situaciones puede llegar a hacerse insostenible en el tiempo.
La consecuencia de este estrés laboral puede llegar a costar incluso la baja de algún empleado, o lo que es peor aún, un despido de la empresa en la que se encuentre trabajando, ya que el hecho de no poder rendir en el trabajo, pueden costarle no alcanzar sus objetivos establecidos previamente y por consiguiente el despido.
En la actualidad este problema está creciendo en las empresas españolas, ya que debido a la crisis y a la situación económica en la que se encuentran un gran número de empresas, estas no están dispuestas a renovar equipos informáticos, actualizar los que ya tienen, invertir en una nueva red de internet, comprar unos antivirus eficientes o simplemente realizar un simple formateo a sus equipos.
Quizá este ahorro del coste que supone solucionar nuestros problemas informáticos, se vea traducido en el futuro en una pérdida de productividad y por consecuencia en un coste que si lo comparamos con el importe de mejorar el rendimiento en nuestros equipos informáticos, sea insignificante.
En muchas ocasiones el precio a pagar por la solución a nuestros problemas informáticos diarios, puede que no vaya más allá de unos 100 o 200 euros al año. La compra de la licencia de un antivirus eficiente, o la contratación de una línea de velocidad mayor para conectarnos a internet, se pueden traducir en la solución a muchas horas de trabajo perdidas a fin de año.
El hecho de que un trabajador se encuentre cómodo con sus herramientas de trabajo y no alcance nunca esa situación de estrés informático, no tiene precio. Esto se traduce en una motivación y un mayor productividad en su puesto de trabajo, nada tienen que ver con la lucha diaria que sufre un trabajador con un ordenador ineficiente complicándole sus tareas diarias.