Parece que hay nuevos préstamos para empresas: vuelve el crédito.
Se estima que el crédito concedido a empresas crecerá un 4% en 2.015 y hasta un 8% cuando la economía se estabilice.
El BCE anuncia una mejoría en sus encuestas sobre el acceso al crédito de las empresas, aunque las condiciones bancarias españolas no mejoran. Las empresas que más necesitan la financiación son las pymes, ya que constituyen el 99,9% del total de las empresas españolas, y porque son dependientes de financiación para realizar cualquier proyecto o innovación, ya que están totalmente desbordadas por la falta de liquidez. El 40% de la financiación que reciben las empresas españolas, proviene de los bancos.
El restringido acceso al crédito sigue siendo uno de los principales problemas de la crisis y la preocupación principal de los empresarios, sin embargo, la necesidad de financiación bajó un 4% con respecto al año pasado. Se estima que el 10% de las empresas ve rechazadas sus solicitudes de préstamo y el 5% ni siquiera las solicita por miedo al rechazo. La mayoría de las pymes que solicitan un crédito lo hacen por la necesidad de crecer y para acceder a la internacionalización. Por no hablar de los que emprenden un nuevo negocio, la escasez de crédito es tan acuciante, que tienen que recurrir a sus ahorros (autofinanciación) o a pedir dinero prestado a sus familiares.
Volviendo a los bancos, el porcentaje de concesiones de préstamos ha subido en un año de un 52% a un 61%. En otros países tienen unos porcentajes mucho más bajos, como Holanda (25%) o Grecia (33%).
Bankia por ejemplo, está planeando como estrategia los créditos preconcedidos con el principal objetivo de elevar su cuota de mercado. De esta forma, anunció que ya tiene asignados 2.000 millones para las pymes y 700 millones para negocios y autónomos.
Una idea innovadora y que ya está funcionando en los comercios, es que la entidad bancaria ofrece la posibilidad de que el comercio se financie con su propio TPV, este servicio, denominado CreditTPV, consiste en un préstamo preconcedido, cuyo riesgo está asociado a la facturación realizada en el terminal de venta, lo que permite al cliente obtener crédito al instante. El importe de dichos préstamos oscila entre 1.000 y 30.000 euros, en función de la facturación, y tiene un vencimiento de 12 meses.
Parece que tras más de seis años de crisis, los bancos están terminando un proceso de recapitalización y están dejando de ser un problema de desconfianza. Aunque el sector bancario sigue pasando por grandes dificultades, como arrastrar una morosidad de alrededor del 14%, y una exposición a la deuda soberana que sigue lastrando su actividad.
Los expertos hablan ya de que el crédito está volviendo a las empresas gracias a que en Europa se han dado cuenta que es vital, ya que en el inicio de la crisis bloquearon el acceso a los préstamos a la mayoría de las empresas. El motivo de este bloqueo es que a la entidad no le interesaba, debido a la alta morosidad, conceder créditos a las pymes, ya que se exigía un capital mínimo al propio banco, lo que le generaba un coste demasiado alto y como consecuencia, la no concesión del mismo.
Desde Bruselas por fin se están incentivando los préstamos a las empresas, lo que esperemos que consiga hacer de los bancos unas entidades más sólidas que contribuyan al crecimiento de la economía.