Minijobs: contratos de baja remuneración y con un máximo de horas de trabajo semanales muy bajo.
Los miniempleos o minitrabajos, como se llama en castellano a los minijobs, son una modalidad de trabajo que nació en 2003 -hace ya una década- en Alemania, con el objetivo de disminuir la tasa de paro del país y acabar con la economía sumergida.
Los minijobs en Alemania
Las condiciones de dichos contratos en su país de origen, resultan atractivas tanto para el empleador como para el empleado: un sueldo máximo de poco más de 400 euros por un máximo de 15 horas de trabajo semanales.
Las profesiones con más demanda de minijobs son generalmente aquellas para los que no se requiere de una cualificación o un alto conocimiento en la materia como por ejemplo: repartidores, limpiadores del hogar, cuidadores de niños o camareros, por lo que es una opción más que interesante para aquellos jóvenes que quisieran compaginar un trabajo con sus estudios. Además de ser el medio por el que muchos parados de larga duración consiguen regresar al mercado laboral.
Aspectos negativos de los minijobs
De cara al trabajador: no se cotiza, por lo que en el futuro el trabajo no contará con ningún tipo de seguro social por haber realizado este tipo de trabajos, si bien, existe la posibilidad de abonar la cantidad voluntaria que el trabajador considere. Además no hay que olvidar que es un trabajo temporal con una baja remuneración que no debe ser entendido como un posible sustituto a los trabajos a tiempo completo.
Para la empresa: olvidando toda ética empresarial, podría decirse que todo son ventajas para el empleador: mayor flexibilidad, baja remuneración, no hay impuestos…
Para el sistema: entre todos los detractores de este tipo de contrato de trabajo, la mayoría concuerdan en que los minijobs conducen a la eliminación de puestos de trabajo regulares. También se ve perjudicada la seguridad social del país, al no contar con la cotización de dichos trabajadores al sistema. A la larga este tipo de contratos han demostrado aumentar la precariedad laboral al percibir salarios insuficientes para vivir
Que en Alemania se está creando empleo es indudable, pero no todo es tan brillante como puede parecer. Los más de 7 millones de personas que realizan minijobs en Alemania no aparecen en la estadística y con un sueldo que en muchos casos no llega a 250 euros mensuales, no deberían contar en el mismo grupo de aquellos que cuentan con un contrato indefinido. La principal crítica a este tipo de contrato en Alemania viene de ahí: las empresas se valen de los minijobs para evitar realizar contratos indefinidos, consiguiendo así que no se genere empleo real y aumentando la pobreza general, pues los sueldos cobrados por este tipo de contrato no es suficiente para mantener un nivel aceptable de vida en la mayoría de los casos por sí solos.
Minijobs en España, becarios o economía sumergida
En agosto, el Banco Central Europeo mandó una carta al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la que, dentro de una serie de ajustes económicos, se le exigía la creación de “una nueva categoría de trabajadores con sueldos inferiores al salario mínimo interprofesional”.
El gobierno de Rajoy tomó el relevo de dicha misiva y el pasado mes de febrero anunció que se estaba estudiando la creación de un sistema de minijobs o miniempleos basado en el de Alemania con el mismo objetivo que ya tuvo el gobierno alemán: reducir el paro, reactivar la economía y acabar con la economía sumergida, ¿funcionará?
Partiendo de la base de que la cultura del trabajo alemana es muy diferente a la española, por no hablar de la sociedad y la situación económica actual en un país y en otro, las consecuencias de implantar este tipo de contrato en España son imprevisibles.
¿Necesitamos fomentar aún más los contratos parciales en España? La mayoría de empresas se valen de los contratos de prácticas y de los becarios, a los que se les paga poco o nada, para realizar su actividad ahorrando lo máximo posible en salarios. Por otro lado, muchos españoles realizan trabajos sin declarar, fomentando la ya de por sí bastante desarrollada economía sumergida del país. ¿Supondrán los minijobs la solución a este problema?
De acuerdo al Anuario sobre Competitividad Mundial de 2012 desarrollado por el Institute Management for Development, España es el tercer país de la UE más perjudicado por la economía sumergida, solo superado por Hungría y Rumanía.
Ante este panorama, ¿pueden los minijobs mejorar la situación? ¿o seguirán las empresas sacando provecho de las facilidades con las que ya cuentan, como los contratos de prácticas?
Es pronto para saberlo, pues aún no se ha anunciado en qué va a consistir esta nueva categoría de trabajadores ni cuándo se va a poner en marcha, pero todo apunta que si los minijobs en España van a ser parecidos a los minijobs en Alemania, la situación a largo plazo destruirá aún más el empleo, pues no se incentivará el contrato indefinido.
Las opiniones en contra de esta propuesta, aún a falta de conocer las condiciones, no tardaron en aparecer: tachan la iniciativa de “indecente”, o de que supondrá un “fomento de los empleos basura” y hay quien asegura que “se conseguirá que una parte de la población sea aún más pobre, al verse obligada a tener que aceptar este tipo de trabajos para no perder las prestaciones.”
¿Serán los minijobs en España pan para hoy y hambre para mañana? Falta información para despejar la duda, pero la realidad es que las diferencias entre los dos países son tales que el sistema alemán no puede aplicarse en España de la misma forma y por tanto se nos presenta un futuro incierto.