El Impuesto de Sociedades en 2.013 y el IRPF continúan subiendo. El Gobierno sigue empeñado en el objetivo de reducción del déficit y entre las nuevas medidas anunciadas el pasado viernes se encuentran la prórroga de un año, hasta 2.014, de la subida fiscal del IRPF, lo que consiste en elevar entre 0,7 puntos y 7 puntos los tipos normales en la Declaración de la Renta. Para hacernos una idea, esto supondrá para un trabajador que gane 20.000 euros brutos anuales, pagar 82 euros más al año. En el año 2.011 el Gobierno anunció la subida de IRPF como algo muy temporal y con la utilidad concreta de reducción del déficit, y que se mantendría solamente durante 2.012 y 2.013, ahora la previsión ha cambiado y mantienen que la situación no es factible si el IRPF no se mantiene con la subida también durante 2.014.
Habrá también un recargo para el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), aplicado ya en 2.012 y 2.013, y el cuál se prorrogará también durante 2.014.
Las empresas tampoco se libran de estas cargas impositivas, se recortarán sus deducciones fiscales, ya que según el Gobierno, hay que evitar que una multinacional pueda aplicar un tipo impositivo menor que una Pyme, como ocurre actualmente. Para ello, el Ejecutivo endurecerá la posibilidad de deducirse los gastos financieros con carácter retroactivo, evitando así que las empresas no se atasquen financieramente.
El Impuesto de Sociedades no subirá como tal, como ha defendido el Gobierno, pero sí que habrá una supresión de las deducciones en el mismo, lo que supone una subida encubierta. El Impuesto sobre los beneficios empresariales subirá tras eliminar deducciones de las empresas que facturen más de 20 millones de euros, ya que según el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, estas deducciones están minorando la base imponible de los grandes contribuyentes.
Actualmente, el Impuesto de Sociedades en España es del 30%, pero se le aplican deducciones, exenciones y bonificaciones que reducen mucho la carga para las empresas, por lo que la mayoría acaban tributando de media un 10% por este concepto.
El IVA tampoco se libra y por orden directa de la Unión Europea, algunos productos que ahora tributan con tipo reducido (al 10%), pasarán al 21% en breve, por ejemplo productos sanitarios como lentillas, gafas o sillas de ruedas. Los impuestos especiales como el del tabaco o las bebidas alcohólicas aún no se han tocado, pero se prevé que en breve el Gobierno anuncie nuevas subidas en este sector. La gasolina de momento se librará de las cargas, aunque desde Bruselas llegan proyectos de nuevos impuestos medioambientales sobre carburantes, electricidad y determinados medios de transporte.
Aunque intenten enmascararlo, los Impuestos continúan subiendo, o al menos, las cargas impositivas que se implementaron como temporales para una situación concreta, se están prorrogando. La situación en general, lejos de mejorar, se agrava aún más para los ciudadanos con las subidas en el IRPF, ya que junto con la moderación salarial resta poder adquisitivo y capacidad de consumo.
La desconfianza en el mercado aumenta y las empresas continúan al límite, por lo que suprimir las deducciones en el Impuesto de Sociedades no hará más que empeorar la situación, de esta forma difícil lo tienen para crear empleo y mejorar el principal lastre que continúa teniendo el país: una tasa de paro que supera ya el 27,2% y los 6,2 millones de desempleados. Aún así, el Gobierno confía en que la Reforma Laboral estimule la creación de empleo, a pesar de que la actividad económica avanza solamente a un ritmo del 1%.
