¿Es posible emprender con pocos recursos, en poco tiempo y con unos gastos mínimos sin fracasar en el intento? Cada vez más.
Emprender no es fácil, por la serie de costes y requisitos asociados, la mayoría de ideas no llegan a salir más allá de la cabeza del emprendedor. Debido a la crisis que venimos sufriendo en los últimos años y el corte en la financiación que otorgan los bancos para nuevos proyectos muchas ideas que podrían ser grandes proyectos se quedan en eso, ideas.
De todo mal es posible sacar un bien y son muchos los emprendedores que han lanzado sus proyectos en los últimos años de manera exitosa a pesar de la crisis, ¿cómo? Adaptándose a los tiempos que corren, abandonando el perfil de emprendendor tradicional a favor de un emprendedor low-cost.
Emprendimiento Tradicional vs Emprendimiento Low-Cost
Tradicionalmente la figura del emprendedor estaba centrada en el largo plazo y apoyada fuertemente en la búsqueda de financiación. Con el auge del mundo online y acuciada por la crisis, esta situación ha ido dando lugar a un perfil diferente de emprendedor.
La premisa básica de todo nuevo proyecto tanto ahora como en el pasado es la misma: satisfacer una necesidad no cubierta en el consumidor. El cambio lo encontramos en el perfil de los nuevos emprendendores, ahora los nuevos proyectos están orientados más que nunca al uso de las nuevas tecnologías e Internet, a la reducción de costes y al corto plazo.
Reduciendo los costes
– Verificar que el proyecto es viable, pero no estancarse en este paso. Si la idea es mala, más vale fracasar pronto y a un coste bajo, que tras meses de preparación y gastos innecesarios. Basta con tener la idea y asegurarse de que cubre una necesidad no satisfecha.
– Llegar los primeros. Más vale lanzar el producto básico pronto que llegar tarde por haber querido pulirlo demasiado. Prescindir de todo lo que no sea esencial para quedarnos con el producto mínimo viable (MVP). Release early, release often.
– Financiación. Olvidarse de las entidades financieras en medida de lo posible, si hemos pulido el proyecto centrándonos en la reducción de costes, debemos ser capaces de poder financiarnos haciendo uso de las 3 F’s: family, friends and fools. O dicho en nuestra lengua: familia, amigos y “pardillos”. Como siempre ha sido a la hora de comenzar un proyecto, apoyarse en la familia y amigos. Y actualmente se añade un tercer método para buscar financiación a través de terceros, haciendo uso de las herramientas de financiación colectiva o crowdfunding disponibles en la red y que tan buenos resultados han dado ya para algunos emprendedores.
– Autopromoción: no hay que gastar grandes cantidades de dinero en una campaña publicitaria en radio, televisión o periódicos. Gracias a Internet cada vez es más fácil que nosotros seamos nuestra propia publicidad: crear una página web o un blog para el proyecto así como perfiles en redes sociales para darnos a conocer a un coste muy bajo.
– Networking: Además del uso de las redes sociales podemos apoyarnos en el networking para promocionarnos, puede hacer clic en el enlace para leer sobre la entrada que dedicamos a este tema en SanPer Asesores.
El miedo al fracaso, tan común en la mentalidad de los nuevos emprendedores, especialmente en España, puede que sea el motivo de mayor peso por el que una idea nunca se lleve a cabo. La realidad es que siempre existe la posibilidad de fracasar, pero si hemos sabido realizar un emprendimiento low-cost, bajo en costes, nos quedará el consuelo de que la pérdida será la menor posible. Si aún se tiene cierta inseguridad para dar el paso de emprender, puede ser buena idea ponerse en manos del equipo de SanPer Asesores para que podamos estudiar la viabilidad del proyecto y realizar un estudio más profundo con el objetivo de lograr los costes mínimos deseados.