Cuando nuestra empresa va bien, pero queremos traspasarla o venderla por circunstancias personales, nos encontramos en una situación algo complicada, pero al fin y al cabo, es una muy buena opción como alternativa al cierre. ¿Qué pasos debemos dar para transmitir una empresa?
-Si soy el vendedor…
El proceso es complejo, dependiendo del tamaño de la empresa, sobre todo, y debe prepararse con tiempo y con ayuda de profesionales. Si no se prepara bien, puede llevar al fracaso de la operación y como consecuencia, el cierre de una empresa viable.
Lo más importante, es concretar una planificación y cumplir todos los pasos de ésta, para así incrementar las posibilidades de éxito en la operación. Dentro de esta planificación, deben incluirse aspectos relativos a la situación personal (proyectos futuros, recursos con los que contaremos después de la venta, la organización del patrimonio y los posibles herederos, etc. Los aspectos jurídicos y fiscales son fundamentales, para definir las mejores condiciones, y la propia situación de la empresa (puntos fuertes y débiles, cambios necesarios antes de la venta, y nivel de inversión necesario para poder mantener la actividad).
Otro aspecto fundamental, es encontrar el comprador ideal. Para poder encontrarlo, se evalúan distintas pautas, por ejemplo, la venta a un familiar o algún trabajador que ya conozca la empresa y su funcionamiento, lo cuál incrementará las posibilidades de éxito en la operación y continuidad de la actividad. Se recomienda que la transmisión sea progresiva, asegurar la transmisión del plan estratégico y de productividad.
-Si soy el comprador…
Al igual que el vendedor, el comprador también debe preparar a conciencia el proceso de compra. Para ello, es fundamental que determine los objetivos y motivaciones que quiere conseguir con la compra, alineando objetivos personales y profesionales. Será necesario definir un balance de competencias propias, identificar aquellos campos que nos podrían dar una ventaja competitiva y formarse en los que creemos que pueden ser esenciales para el éxito del proyecto. La operación será más viable si emprendemos en nuestro entorno más cercano, es decir con una empresa que conozcamos con anterioridad.
Es importante situar temporalmente el proceso y definir unos plazos para cumplirlos, definir nuestra capacidad económica, y analizar las amenazas, fortalezas y oportunidades que nos va a brindar este nuevo proyecto.
-Dar valor concreto a la empresa
Para dar un valor concreto a una empresa, se consideran tres aspectos fundamentales: si los beneficios de la inversión van a ser suficientes para cubrir los intereses del comprador y pagar las amortizaciones, el cálculo del valor residual (estimación del valor de venta de los activos) y la tasa del costo del capital (resultados que se obtendrían con inversiones alternativas). En cualquier caso, en un análisis que determine el valor de una empresa siempre tiene que ir contextualizado dentro del mercado, tomándolo como referencia.
En definitiva, éste es un resumen a modo general de las características más relevantes que incluye el proceso de la compra de una empresa, pero cada proceso tendrá sus propias particularidades y unas pautas concretas a seguir. Es algo delicado, complicado y que implica riesgos, por lo que es fundamental contar con profesionales especializados.